lunes, 15 de diciembre de 2008

Crónicas del fin de semana 13-14

El día 13, en el que estaba previsto realizar las actividades del Día Andaluz de la Lectura (que sin embargo se celebra el día 16 de diciembre), amaneció bastante encapotado: luego se alzó la niebla y finalmente comenzó a llover, así que Quevedo, Minervagall y Carboanion convinieron en que era mejor quedarse en sus casas respectivas. SrSalvita ya había avisado de que no podría venir, igualmente.

No obstante, ya que las notas de liberación de los libros estaban hechas, Carboanion se llevó las cuatro biografías y las fue dejando camino del trabajo: la de María Jiménez se quedó en el autobús que va de Nueva Sevilla a Sevilla; la de Grace Kelly fue depositada en un banco de la estación de autobuses Plaza de Armas; la de Sara Montiel fue abandonada bajo techo, en el Pasaje Villasís; y la de Paco Rabal fue liberada en el edificio de Qualytel, en Sevilla Este.

Los otros cuatro fueron liberados el domingo catorce, con ocasión de la representación de Don Juan Tenorio en la iglesia de San Luis de los Franceses: las obras de Ricardo de la Vega quedaron en la Plaza del Pumarejo, en el transportín de una bicicleta; las de Juan Eugenio Hartzenbusch las dejamos en la puerta de la Iglesia de Santa Marina, que estaba abierta porque la Virgen María Santísima del Amor estaba de besamanos, así que pudimos entrar en la iglesia y ver tanto el belén como el propio edificio, que consta del siglo XIII y es bellísimo; Viriato fue el que tuvo peor suerte, abandonado en el servicio de un salón de té de la calle San Luis; y Carlomagno no duró mucho en la iglesia de San Luis de los Franceses, donde lo dejamos al salir de la representación, porque ya han hecho una entrada en su diario de viaje.

Como ya hemos dicho, el día trece no se llegó a hacer nada, pero el catorce asistimos a la representación de Don Juan Tenorio Quevedo, Carboanion y Apraia. ¿Qué se puede decir, salvo que la representación fue estupenda y que hacía tanto frío en la iglesia que no pudimos dejar de admirar a Doña Inés, descalza durante toda la obra? Los tres repetíamos ya en esta iglesia para ver esta obra y aún así disfrutamos como enanos.

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