Este sábado, de nuevo los asistentes al Mercadillo Cultural de El Pumarejo han sido Carboanion, Quevedo y SrSalvita. Lo cierto es que la jornada de hoy ha sido bastante más movida que la del fin de semana pasado: el encargado del puesto de la CNT nos ha dado cuatro libros para liberar; una profesora que da clases en la cárcel de Sevilla II nos ha pedido libros; hemos confirmado que en efecto la Zona Oficial de Cruce del Mercadillo pasará a ser permanente muy pronto; hemos empezado a reunir marcapáginas para reproducir en vivo la bookbox de marcapáginas que puso en marcha Nott en el foro español... Pero vamos por partes:
Zona Oficial en la biblioteca del Pumarejo
En el Centro Vecinal del Pumarejo van a abrir una biblioteca y ya está confirmado que nos ceden una estantería para que los libros liberados estén allí de forma perenne, sin depender de que se celebre el Mercadillo ni restringirse a los sábados. Hoy hemos visto la estantería, de color amarillo oscuro, muy estrechita, y su futuro emplazamiento, pero hasta que no se inaugure oficialmente la biblioteca y tengamos todo atado y bien atado no vamos a dar más detalles.
Intercambio de marcapáginas
Algo que estamos concretando aún, reuniendo los marcapáginas para poderlo poner en marcha: un punto de intercambio de marcapáginas, inspirado en la Bookbox de Marcapáginas de Nott.
Una bookbox no es más que una caja llena de libros, generalmente del mismo género, el mismo autor, o con alguna otra característica en común, que se hace circular. Quien la reciba puede retirar tantos libros como quiera siempre que añada el m ismo número de libros que cumplan las condiciones: es un intercambio puro y duro, un libro por otro, de modo que la persona que envía la caja no sabe qué va a recibir cuando ésta le sea devuelta. Sin embargo, en BookCrossing hay muchas personas que coleccionan marcapáginas y a Nott se le ocurrió organizar una caja que no fuera de libros, sino de marcapáginas. Y a nosotros nos ha parecido buena idea y queremos montar en El Pumarejo un punto de intercambio, para lo cual estamos reuniendo marcapáginas y buscando una cajita mona donde guardarlos, de modo que quien tenga marcapáginas repetidos pueda dejárnoslos allí y llevarse a cambio alguno que no tuviera ya en la colección.
Obviamente, hablamos de marcapáginas de cartón, la mayoría de ellos de propaganda, pero ya veremos si el experimento funciona y qué termina conteniendo la caja...
Nos han dado cuatro libros, ¿algún interesado?
Como comentábamos antes, el encargado del puesto de la CNT nos ha dado cuatro libros para que los hagamos circular. Aunque ya les hemos hecho la nota de liberación, para que comiencen su andadura cuanto antes, os dejamos aquí los títulos y los enlaces a los diarios por si alguien está interesado y quiere pasarse a por ellos el sábado o avisarnos con un poco de antelación para que se lo apartemos:
-La ley del número, de Ricardo Mella.
-El husmo. Los filos reseguidos del dolor, de Pedro García Olivo.
-El irresponsable, de Pedro García Olivo.
-Misión cumplida. Regreso a la tierra, de José Vergara.
Además, Julia y Antonio, los encargados de la biblioteca del Centro Vecinal, nos han dado todos los libros de informática y matemáticas que encontraron en los fondos destinados a su biblioteca. No detallamos aquí los títulos porque les hemos puesto etiquetas prenumeradas, pero no faltan cuadernillos de ejercicios de álgebra simple o teoría de conjuntos, junto con un manual de uso del Paintbrush, de modo que invitamos a cualquier interesado a pasarse el sábado que viene.
Libros a la cárcel
Como casi todos los fines de semana, hemos hablado con bastante gente: desde vecinos de la plaza hasta residentes en la plaza (ha sido un poco dura la historia de un hombre que nos ha estado contando el frío que se pasa en un banco y cómo los guardias lo multan por dormir allí, y bastante surrealista la conversación con un marroquí que ni nos entendía ni lo entendíamos), pero en esta ocasión vamos a resaltar la visita de una profesora que está dando clases en la cárcel Sevilla II.
Esta mujer nos ha contado que en la cárcel sí que tienen una biblioteca, pero que ella quiere disponer en su aula de libros que puedan disfrutar sus alumnos. La cuestión es que tienen que ser libros sencillos, de un nivel muy básico sin ser libros infantiles, porque las novelas gordas o con vocabulario un poco más complicado echan para atrás a los reclusos con un nivel cultural bajo. Así que se llevó los libros más pequeños que a ser posible fueran de cuentos o relatos cortos y le prometimos que intentaríamos buscar más de ese tipo... Así que si alguien quiere colaborar con algo para este fin concreto, que nos lo diga, ya que ella nos dejó sus datos de contacto.
Y con esto ya es suficiente tecleo por hoy.
Zona Oficial en la biblioteca del Pumarejo
En el Centro Vecinal del Pumarejo van a abrir una biblioteca y ya está confirmado que nos ceden una estantería para que los libros liberados estén allí de forma perenne, sin depender de que se celebre el Mercadillo ni restringirse a los sábados. Hoy hemos visto la estantería, de color amarillo oscuro, muy estrechita, y su futuro emplazamiento, pero hasta que no se inaugure oficialmente la biblioteca y tengamos todo atado y bien atado no vamos a dar más detalles.
Intercambio de marcapáginas
Algo que estamos concretando aún, reuniendo los marcapáginas para poderlo poner en marcha: un punto de intercambio de marcapáginas, inspirado en la Bookbox de Marcapáginas de Nott.
Una bookbox no es más que una caja llena de libros, generalmente del mismo género, el mismo autor, o con alguna otra característica en común, que se hace circular. Quien la reciba puede retirar tantos libros como quiera siempre que añada el m ismo número de libros que cumplan las condiciones: es un intercambio puro y duro, un libro por otro, de modo que la persona que envía la caja no sabe qué va a recibir cuando ésta le sea devuelta. Sin embargo, en BookCrossing hay muchas personas que coleccionan marcapáginas y a Nott se le ocurrió organizar una caja que no fuera de libros, sino de marcapáginas. Y a nosotros nos ha parecido buena idea y queremos montar en El Pumarejo un punto de intercambio, para lo cual estamos reuniendo marcapáginas y buscando una cajita mona donde guardarlos, de modo que quien tenga marcapáginas repetidos pueda dejárnoslos allí y llevarse a cambio alguno que no tuviera ya en la colección.
Obviamente, hablamos de marcapáginas de cartón, la mayoría de ellos de propaganda, pero ya veremos si el experimento funciona y qué termina conteniendo la caja...
Nos han dado cuatro libros, ¿algún interesado?
Como comentábamos antes, el encargado del puesto de la CNT nos ha dado cuatro libros para que los hagamos circular. Aunque ya les hemos hecho la nota de liberación, para que comiencen su andadura cuanto antes, os dejamos aquí los títulos y los enlaces a los diarios por si alguien está interesado y quiere pasarse a por ellos el sábado o avisarnos con un poco de antelación para que se lo apartemos:
-La ley del número, de Ricardo Mella.
-El husmo. Los filos reseguidos del dolor, de Pedro García Olivo.
-El irresponsable, de Pedro García Olivo.
-Misión cumplida. Regreso a la tierra, de José Vergara.
Además, Julia y Antonio, los encargados de la biblioteca del Centro Vecinal, nos han dado todos los libros de informática y matemáticas que encontraron en los fondos destinados a su biblioteca. No detallamos aquí los títulos porque les hemos puesto etiquetas prenumeradas, pero no faltan cuadernillos de ejercicios de álgebra simple o teoría de conjuntos, junto con un manual de uso del Paintbrush, de modo que invitamos a cualquier interesado a pasarse el sábado que viene.
Libros a la cárcel
Como casi todos los fines de semana, hemos hablado con bastante gente: desde vecinos de la plaza hasta residentes en la plaza (ha sido un poco dura la historia de un hombre que nos ha estado contando el frío que se pasa en un banco y cómo los guardias lo multan por dormir allí, y bastante surrealista la conversación con un marroquí que ni nos entendía ni lo entendíamos), pero en esta ocasión vamos a resaltar la visita de una profesora que está dando clases en la cárcel Sevilla II.
Esta mujer nos ha contado que en la cárcel sí que tienen una biblioteca, pero que ella quiere disponer en su aula de libros que puedan disfrutar sus alumnos. La cuestión es que tienen que ser libros sencillos, de un nivel muy básico sin ser libros infantiles, porque las novelas gordas o con vocabulario un poco más complicado echan para atrás a los reclusos con un nivel cultural bajo. Así que se llevó los libros más pequeños que a ser posible fueran de cuentos o relatos cortos y le prometimos que intentaríamos buscar más de ese tipo... Así que si alguien quiere colaborar con algo para este fin concreto, que nos lo diga, ya que ella nos dejó sus datos de contacto.
Y con esto ya es suficiente tecleo por hoy.
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