Este sábado teníamos pendiente hablar con Javier, el chico de Hacklab que es nuestro contacto con la gente de El Pumarejo, pero habían organizado un taller de algo relacionado con la informática y ellos no asistieron. Sin embargo, puesto que estaban limpiando y reorganizando todo lo que se almacena en la Casa de la Paz, sacamos una mesa en lugar del expositor del dragón y pasamos una mañana de lo más tranquila: no le soltamos el discurso proselitista a nadie, sino que dejamos que los curiosos mirasen con tranquilidad.
Como ya contamos en un post anterior, un señor nos dejó unos cuantos libros relacionados con la docencia, que describen proyectos educativos, de los cuales uno dedicado a los niños de Primaria ya está empaquetado, listo para viajar a Valladolid. Este mismo caballero se llevó un par de libros y uno de los folletos informativos que tenemos allí disponibles, pero por lo demás la mañana fue harto tranquila.
En cuanto al proyecto de poner una Zona Oficial de Cruce en el Centro Vecinal del Pumarejo, para que los libros que sacamos los sábados tengan una sede fija allí, todavía está en el aire: Javier nos dijo que sí, que en la biblioteca que están montando allí habría sitio para una estantería becera en la que dejar nuestros libros entre semana y que así estén disponibles siempre; pero Julia, la chica que se encarga de la biblioteca, nos dijo que ella había hablado sobre cedernos una estantería no allí, sino en otra parte del centro. Puesto que ella estaba liada, no pudimos discutir el asunto con tranquilidad, así que esperamos dejarlo todo bien aclarado el sábado que viene...
Para el próximo día quince está prevista la liberación de
-Platonic Venus, tomo 8, de Yuki Nakaji.
-Mirando al mar soñé, de Antonio Burgos.
-Sevilla en los labios, de Joaquín Romero Murube.
-Memorias de un exilio: Argentina mon amour, de Miguel Gila.
-Scruples II, de Judith Krantz.
-El hombre que no mató lo suficiente, de Anne E. Schwartz, que es la biografía del Carnicero de Milwaukee.
Como ya contamos en un post anterior, un señor nos dejó unos cuantos libros relacionados con la docencia, que describen proyectos educativos, de los cuales uno dedicado a los niños de Primaria ya está empaquetado, listo para viajar a Valladolid. Este mismo caballero se llevó un par de libros y uno de los folletos informativos que tenemos allí disponibles, pero por lo demás la mañana fue harto tranquila.
En cuanto al proyecto de poner una Zona Oficial de Cruce en el Centro Vecinal del Pumarejo, para que los libros que sacamos los sábados tengan una sede fija allí, todavía está en el aire: Javier nos dijo que sí, que en la biblioteca que están montando allí habría sitio para una estantería becera en la que dejar nuestros libros entre semana y que así estén disponibles siempre; pero Julia, la chica que se encarga de la biblioteca, nos dijo que ella había hablado sobre cedernos una estantería no allí, sino en otra parte del centro. Puesto que ella estaba liada, no pudimos discutir el asunto con tranquilidad, así que esperamos dejarlo todo bien aclarado el sábado que viene...
Para el próximo día quince está prevista la liberación de
-Platonic Venus, tomo 8, de Yuki Nakaji.
-Mirando al mar soñé, de Antonio Burgos.
-Sevilla en los labios, de Joaquín Romero Murube.
-Memorias de un exilio: Argentina mon amour, de Miguel Gila.
-Scruples II, de Judith Krantz.
-El hombre que no mató lo suficiente, de Anne E. Schwartz, que es la biografía del Carnicero de Milwaukee.
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