Se podría decir que me he tomado el confinamiento muy a pecho. Si antes salía poco, ahora me limito a la mera supervivencia: hacer la compra, bajar la basura, ir a abastecerme a la librería. Esta falta de actividad física me está pasando factura, así que he pensado en empezar a dar pequeños paseos. Ya que voy a pasar por el Parque de María Luisa, es la ocasión de ir liberando espacio en las estanterías. No puedo especificar a qué hora será la liberación porque no sé en qué momento conseguiré salir de debajo de las sábanas, pero seguro que es el domingo 14 de febrero por la mañana, en la Glorieta de Rodríguez Marín del Parque de María Luisa (queda del lado del Museo de Artes y Costumbres Populares).
Los libros que dejaré allí son:
-La casa del boticario, de Adrian Mathews.
-Vida e insólitas aventuras del soldado Iván Chonkin, de Vladimir Voinóvich.
-Cometierra, de Dolores Reyes.
-El arte importa, de Neil Gaiman.
-Los poderes de la oscuridad, de Bram Stoker y Valdimar Asmundsson.
-El nuevo dardo en la palabra, de Lázaro Carreter.
-Ébano, de Alberto vázquez-Montalbán.
Suerte con la caza, si alguien se anima.
sábado, 13 de febrero de 2021
Ya ni me acuerdo de cómo se hace esto...
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